Estaba tomando un café, aburrida…después de cinco horas de entrar al turno, luchando con la ira que me provocaba la cara de incredulidad y los comentarios, respecto de la incapacidad como mujer, para ser la conductora en turno, del carro de Rescate de la Unidad…-cuando llegue a la carretera y se encuentre con los autos chocados y los cuerpos desperdigados y mutilados por todos lados, se va a desmayar-…jajajaj .- y todos reventaban en risotadas burlescas-…de pronto sonó la alarma en dos tonos, la cortina metálica de la unidad comenzó a abrirse de inmediato…todos me miraron y salté del piso de madera donde me tomaba mi café en la barra, corrí al carro…al encender el motor la cortina estaba a dos tercios de abrirse, acerqué el carro a la entrada…cuando golpeó la cortina arriba le asomé la nariz a la calle y esperé la orden de CENCO.
La voz dura de mi colega mujer en la radio , indicaba con frialdad…accidente vehicular en Km. 145, cinco vehículos involucrados, hay dos personas atrapadas en uno de ellos…el chillar de la radio, fue la señal…enfilé a la derecha, puse la sirena a full… el semáforo de la esquina en rojo, pero los vehículos, estaban detenidos esperando que pasara…era mi primer turno, la adrenalina podía sudar por mi frente…era un recorrido de 20 minutos por la carretera, pero como vehículo de emergencia, podía viajar a mas velocidad de lo que impone la ley.
Al llegar a la salida de la ciudad, carabineros me esperaba para escoltar el carro, puse velocidad rápida y aceleré a fondo, el carro rápidamente alcanzó los 160 Km/H, en los dos cruces que me encuentro en el camino, carabineros tenía el tráfico detenido esperando el paso del carro de rescate, husmeo por el retrovisor y la mirada del chofer hombre y la carabinera del equipo policial de apoyo me dan confianza, logré advertir la gente que salía al camino a ver pasar el carro a toda velocidad, el vehículo era como un tanque, alcanzando los 180 Km/h, el sistema G.P.S., me indica que voy llegando al lugar del suceso, disminuyo la velocidad, carabineros tiene cortado el tránsito y un espacio para que el carro de rescate se pueda ubicar, había mucha gente…efectivamente había un vehículo que le tocó la peor parte, tenía dos personas atrapadas en su interior, eran dos ancianos que sangraban profusamente, pero que estaban conscientes…detrás mío venía la ambulancia y la unidad de rescate con el equipo de rescatistas capacitados para descerrajar la carrocería con las máquinas que llevaba la unidad de rescate que yo conducía…efectivamente ése era el procedimiento, la unidad mía era la que llegaba primero, más atrás venía el equipo de rescatistas en otro carro, mi trabajo era preparar las máquinas hidráulicas, que se usaran para abrir la carrocería del automóvil y sacar a las personas atrapadas en él…Que bueno que llegó hijita, me dijo la mujer anciana, que al verme, se sintió aliviada, coloqué las máquinas en su lugar, alrededor del automóvil chocado, tres minutos más tarde, llegó la unidad de rescate, los compañeros bajaron raudos y comenzaron a sacar a los ancianos, la ambulancia se estacionó al costado, al liberarlos la gente apostada en el lugar, aplaudió, los abuelos se encontraban un poco aturdidos pero al parecer en buen estado. Luego de la faena, guardé los equipos y me dirigí a la unidad de rescate de Bomberos, al poner el carro en posición, afuera del recinto, la cortina se abrió, entré y estacioné según está definido en el protocolo, al bajar, un grupo de mis compañeros se apostaron formando un pasillo, una fila a cada lado, se pusieron firmes, al avanzar por el túnel, llevaron sus manos a la visera y al llegar al final un aplauso de reconocimiento terminó aquel día, mi primer día, como conductora del carro de Rescate de Bomberos.
La voz dura de mi colega mujer en la radio , indicaba con frialdad…accidente vehicular en Km. 145, cinco vehículos involucrados, hay dos personas atrapadas en uno de ellos…el chillar de la radio, fue la señal…enfilé a la derecha, puse la sirena a full… el semáforo de la esquina en rojo, pero los vehículos, estaban detenidos esperando que pasara…era mi primer turno, la adrenalina podía sudar por mi frente…era un recorrido de 20 minutos por la carretera, pero como vehículo de emergencia, podía viajar a mas velocidad de lo que impone la ley.
Al llegar a la salida de la ciudad, carabineros me esperaba para escoltar el carro, puse velocidad rápida y aceleré a fondo, el carro rápidamente alcanzó los 160 Km/H, en los dos cruces que me encuentro en el camino, carabineros tenía el tráfico detenido esperando el paso del carro de rescate, husmeo por el retrovisor y la mirada del chofer hombre y la carabinera del equipo policial de apoyo me dan confianza, logré advertir la gente que salía al camino a ver pasar el carro a toda velocidad, el vehículo era como un tanque, alcanzando los 180 Km/h, el sistema G.P.S., me indica que voy llegando al lugar del suceso, disminuyo la velocidad, carabineros tiene cortado el tránsito y un espacio para que el carro de rescate se pueda ubicar, había mucha gente…efectivamente había un vehículo que le tocó la peor parte, tenía dos personas atrapadas en su interior, eran dos ancianos que sangraban profusamente, pero que estaban conscientes…detrás mío venía la ambulancia y la unidad de rescate con el equipo de rescatistas capacitados para descerrajar la carrocería con las máquinas que llevaba la unidad de rescate que yo conducía…efectivamente ése era el procedimiento, la unidad mía era la que llegaba primero, más atrás venía el equipo de rescatistas en otro carro, mi trabajo era preparar las máquinas hidráulicas, que se usaran para abrir la carrocería del automóvil y sacar a las personas atrapadas en él…Que bueno que llegó hijita, me dijo la mujer anciana, que al verme, se sintió aliviada, coloqué las máquinas en su lugar, alrededor del automóvil chocado, tres minutos más tarde, llegó la unidad de rescate, los compañeros bajaron raudos y comenzaron a sacar a los ancianos, la ambulancia se estacionó al costado, al liberarlos la gente apostada en el lugar, aplaudió, los abuelos se encontraban un poco aturdidos pero al parecer en buen estado. Luego de la faena, guardé los equipos y me dirigí a la unidad de rescate de Bomberos, al poner el carro en posición, afuera del recinto, la cortina se abrió, entré y estacioné según está definido en el protocolo, al bajar, un grupo de mis compañeros se apostaron formando un pasillo, una fila a cada lado, se pusieron firmes, al avanzar por el túnel, llevaron sus manos a la visera y al llegar al final un aplauso de reconocimiento terminó aquel día, mi primer día, como conductora del carro de Rescate de Bomberos.
2 comentarios:
Qué diferencia hay entre tu verso y tu prosa.
He venido, te he leído, dejo mi huella.
Buenísimo !!!!
A++++
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